Hola otra vez amigos blogueros:ultimamente me he aficionado a los productos caseros, de tal manera que cada día me levanto con un nuevo proyecto: el lunes hice yogur, y mientras lo hacía, en el silencio y tranquilidad de mi hogar,a eso de las seis de la mañana y mientras mezclaba el yogur con el resto de componentes y puesto que el proceso lo tengo mecanizado, pensaba en lo que había leído en un artículo del XLSEMANAL de ABC acerca de los deberes que mandan a los niños españoles, que a todo el mundo les parece demasiado y que incomprensiblemente provoca un efecto adverso con calificaciones peores que las de otros paises. Todo esto tiene una respuesta relativamente sencilla, solo que no es politicamente correcta.
En Andalucía, que es lo que yo conozco,las razones son varias:
1) Durante años y puesto que legalmente NO se les puede poner deberes, casi ningún maestro ha puesto deberes, aunque había niños que no terminaban algún ejercicio en clase, porque no hay manera de obligarle a que lo haga, y se los lleva a casa. En condiciones normales eso no le habría llevado más allá de diez minutos, sin embargo podía pasarse delante de la libreta  2 horas... según la sufrida madre, que se empeñaba sin conseguirlo en que el niño dejara de mirar los cotilleos que tanto le gustan a la madre y a la abuela en la TV, y a lo que su joven retoño se ha aficionado tambien. Porque claro los deberes se hacen o en la cocina o en el salón, pero siempre con la tele puesta a todo volumen.
2) Los niños (el 90%) NO quieren aprender nada que les vayamos a enseñar unos extraños a los que ni respetan, ni se les ha pasado por la cabeza hacer ningun caso. Una de las primeras frases que te dice una madre cuando te los deja el 15 de septiembre es "a ver que puedes hacer con mi niño porque yo ya no puedo con él". A mí las primeras madres que me llegaban con este planteamiento me dejaban con los ojos como platos y con ganas de decirle:  "Señora pues lleveselo y no lo traiga hasta que esté educado y preparado para aprender, escuchar, respetar, compartir...!!que solo tiene 6 años!!" y además "¿de que nos concemos para que me tuteé delante de los niños?".  Lo que llevaba a tener verdaderos problemas para que te dijeran al menos maestra, lo mas normal es que digan "tú". Pero había una lección que si se traian muy sabida:   "No me puedes obligar, no me puedes pegar, no me puedes castigar..."

Hola otra vez, estoy en estos días haciendo compras porque espero viajar pronto a Viena, siempre claro con el permiso de los empleados de Iberia, que pueden estropear todos mis planes, o mejor dicho mi GRAN PLAN. Y es que los señoritos de Iberia no se han enterado de que en España hay una crisis, y de las gordas. Si como ellos alegan, la compañia está haciendo todo lo posible por undir su empresa, bueno sería que lo denunciara ante los tribunales y se dejaran de huelgas, pero claro tambien puede ser que en Iberia esten hartos de privilegios de época de "vacas gordas" y hayan decidido adelgazar la plantilla y empezar de nuevo a construir una empresa más joven y con gente que no exija tanto y se encuentre más agradecida de tener trabajo y no tan desanchada como los actuales trabajadores  (que parece que viven en las nubes).  Seguro que hay una larga cola de jóvenes preparados y deseando trabajar.  Espero cumplir mi sueño que compartiré con mi familia, y que llevo toda la vida deseando hacer realidad, y a la vuelta ya os contaré.

Hola a todos mis seguidores. A pesar de no trabajar fuera de casa, no me sobra el tiempo, por lo que hasta ahora no he podido escribir, pero poco a poco volvemos a la normalidad trás las fiestas navideñas. Aunque aún no hemos recogido el Belén, la verdad es que la casa ya está casi con su aspecto normal, del frigo van desapareciendo los últimos restos de las cenas pantagruélicas de estos días, hemos recogido la mesa que había de reunir en torno a sí a siete u ocho comensales frente a los dos habituales, la decoración navideña se ha reducido al Belén con la mula y el buey  y los Reyes Magos, que aún no han encontrado el pesebre al que deben llevar sus regalos, los pascueros se están marchitando por frío y falta de agua, las lejas de la despensa creo que ya no se caerán por sobrepeso, y en los pucheros se cuece un potaje de acelgas de lo más ligth que sé hacer, y en internet busco recetas con algunas exquisiteces que, pasadas las fiestas han quedado olvidadas en una fuente mirandome y pidiendo un plato sencillo, por favor.

EL VIAJE DE MARTA

La vida a veces te da alegrías como la que he recibido estos días. Mi hija y su  compañero han venido a vernos.  No tendría nada de particular, que unos hijos visiten  a sus padres, a menos que esos hijos vivan a 2000 km. Además han venido cargados de regalos, lo cual suma alegrías y momentos agradables a la situación. Hablar cara a cara con ella, nos reconforta, nos sentimos pletóricos y casi nos peleamos por agradarle, buscar distracciones,  agasajarla, todo nos parece poco, hasta llegar a abrumarla un poco a veces. Pero las visitas son breves y parece que queramos exprimir hasta el último segundo que están aquí, porque son pocos días y otra vez partirá hacia otras tierras donde tiene su casa y su vida, una familia y un trabajo.  Entonces llega la soledad y la añoranza para nosotros, nos arrejuntamos en el sofá y comentamos el silencio que vuelve a haber en casa, lo grande que es su ausencia, y empezamos a contar los días que faltan para que podamos ir nosotros a verla. Eso nos ilusiona de nuevo.  Iniciamos el plan de ahorro que nos permita comprar los billetes,  pensamos que cosas podemos llevarle, elegimos fechas… y  lo más difícil,  decidir cuantos días podemos estar allí, en eso nunca estamos de acuerdo Juan y yo,

La plancha